La fascinación de sus letras
y su voz abrieron la senda
del encuentro, por el camino
nació el afecto y la ternura.
Por la vereda asomaba la duda
y cogiéndole la mano, le decía:
"la mirada de tus ojos me atrapa
y la alegría que desprende
y la alegría que desprende
tu sonrisa, me enamora y seduce".
Contigo viviría la eterna sinfonía
que el ritmo de tus versos
acompañan a mi vida
y el corazón se aviva
con el poema de tus besos.
Contigo viviría la eterna sinfonía
que el ritmo de tus versos
acompañan a mi vida
y el corazón se aviva
con el poema de tus besos.
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