Contemplando
Desde el ventanal contemplo la ciudad.
A punto de llover está
y rezuma tranquilidad.
Sus gentes invaden la avenida,
poco a poco, con timidez.
El día festivo hace que sus calles
estén solitarias.
Levanto la mirada hacia el horizonte.
Al fondo las montañas se funden
con el cielo.
En la cima de las mismas hay casas gozando
de privilegiada vista
y en otras artilugios
donde las gentes suben para gozar
de un día de asueto.
Al fondo las montañas se funden
con el cielo.
En la cima de las mismas hay casas gozando
de privilegiada vista
y en otras artilugios
donde las gentes suben para gozar
de un día de asueto.
Desvío mis ojos hacia el mar,
que en la lejanía, imaginar quiero.
Se mece suavemente,
no puedo precisar si anda revuelto.
Avisto un velero
que finalmente desaparece.
Las luces iluminan la ciudad.
Ha oscurecido casi sin darme cuenta
y cuando las estrellas inunden el firmamento,
la luna las acompañará.
En ese paseo delicioso y resplandeciente
mis ojos volverán a contemplar
la inmensidad del cielo
mientras la ciudad, con sus luces,
harán un guiño a la oscuridad.
Esencia ©
Hermosa panorámica desde un lugar privilegiado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y con estas vistas privilegiadas, la vista revive la imaginación.
EliminarUn abrazo.