Deja que ponga en tus manos,
esas que saben a rosas,
porque en ti siempre se llenan
del licor que claro brota
y que sabe a fantasía,
de todas, la más hermosa,
deja que ponga, te digo,
todo el cariño que asoma
en mi Alma cuando te miro
y que humilde ella te dona.
Deja que roce tus ojos,
ésos que nacen de diosas
que, como tú, dulce amiga,
en tu halo, niña preciosa,
impregnas con sencillez,
de forma maravillosa,
de alegría nuestros días,
llenando tan melodiosa,
con tu corazón hermoso,
el nuestro de los aromas
que nacen de la belleza
que es tu Alma, Musa Hermosa.
Alba
Agradezco tu generosidad
en estos versos,
que turbó este corazón,
mis ojos se empañaron
como el cristal de la ventana
en un día de lluvia,
por tanta emoción aflorada...
Julieta
fotografías: Julieta